Un objetivo con el que se encuentra el gobierno todos los años, es el de reducir el número de accidentes de tráfico que se producen en las carreteras españolas todos los años, y con ello, la cantidad de heridos y víctimas mortales. A continuación, analizaremos cuáles son las lesiones más frecuentes y cómo reclamarlas.
En primer lugar, la lesión más habitual o que más se repite es aquella que se da en la zona del torso. Dentro de estas, se podrían dividir a su vez en dos grupos:
- Traumatismo abdominal: son aquellos que afectan a esa zona y que pueden, en algunas ocasiones, afectar a los órganos internos como pueden ser el estómago, el hígado o el bazo.
- Traumatismo torácico: Las lesiones de este tipo pueden llegar a ocasionar algún tipo de hemorragia interna producida por la rotura de algún gran vaso o incluso afectar a la vía respiratoria.
Es muy importante por ello, que después de sufrir un accidente de estas características se lleven a cabo una revisión médica exhaustiva, puesto que una lesión interna puede no dar o mostrar a priori ningún tipo de sintomatología exterior.
- Lesiones en extremidades: después de las lesiones que se producen en el torso, las lesiones producidas en las extremidades serían de las más habituales que se pueden dar tras un accidente de tráfico. Como ocurre en todos los casos en los que se produce el daño, pueden ir de menor a mayor gravedad. Las más graves, por ejemplo, puede ser una fractura abierta o en el último de los casos, en la amputación de una de ellas.
Dentro de las extremidades, son más frecuentes las lesiones que se producen en las extremidades inferiores, y los que más las suelen sufrir, son los motoristas.
- Traumatismos craneoencefálicos (TCE): pueden ir desde la pérdida de la consciencia en el momento del accidente hasta gravísimas lesiones que pueden acarrear que las victimas entren en estado vegetativo o coma, incluso pudiendo no mejorar o recuperarse en ningún momento.
Las lesiones derivadas de un traumatismo de estas características, las cuales pueden afectar directamente a la calidad de vida de la víctima, debido a que se pueda ver disminuida considerablemente su autonomía, se conocen con el nombre de Daños Cerebrales Adquiridos (DVA):
- Lesiones en la zona de la columna: las más normales suelen ser el latigazo cervical que se produce cuando, tras recibir un golpe en el vehículo en el que vayamos, la cabeza hace un movimiento muy violento hacia delante y hacia atrás.
Si este movimiento se diera con una mayor fuerza, podría afectar al resto de la espalda. Se trata de una recuperación que se puede alargar mucho en el tiempo ya que es lenta debido a su complicación, ya que las vértebras son muy sensibles.
- Lesiones en la médula espinal: cuando las lesiones en la espalda adquieren su máxima gravedad, es decir, el traumatismo ha ido más allá de las vertebras incluso afectando al tejido nervioso. Este tipo de lesión puede producir lesiones irreversibles como paraplejia, tetraplejia o hemiplejia, y suponen en total un 0,5% de todas las lesiones que se producen.
¿Cómo reclamar una lesión producida en un accidente de tráfico?
Lo primero es que se acuda a un hospital o se llame a los sanitarios para que acudan al lugar del accidente, para que sometan a los heridos a un estudio médico y valoren sus lesiones, así como sus cuidados oportunos. Te recomendamos que leas este post sobre cómo reclamar un accidente de trafico donde te contamos como elaborarla paso a paso.
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