En los últimos años,, son miles las personas que han contactado con abogados ante la insistencia de operadores telefónicos, quienes acosan a personas con deudas irreales. Las grandes empresas subcontratan a compañías financieras, especializadas en el recobro de cantidades a morosos, para intentar cuadrar sus cuentas contables de clientes de dudoso cobro. Sin embargo, debes estar tranquilo: tienes todas las de ganar. Te contamos por qué.
Qué hacer ante una operadora que me reclama deudas irreales
Estás en el trabajo, en la sala de reuniones, en el cine, con tus amigos… Y recibes la llamada molesta, diaria, o a casi todas las horas, de un operador que pregunta por ti, por un familiar o un conocido, asegurando que debes o deben una cantidad de capital, en muchos casos, especificando el importe. Al principio, piensas que es un error, algo aislado. Sin embargo, a las pocas horas o días vuelves a recibir otra llamada. Es aquí cuando llega tu ira interior: tú no debes nada a nadie y estás empezando a enfadarte como nunca.
En primer lugar, debes tener claro que el acoso en nuestro país es un delito. Cualquiera. No obstante, sí es legal el trabajo de las empresas de recobro. El problema llega cuando el hostigamiento a la persona es continuo, incluyendo alteraciones, amenazas o cualquier tipo de perturbación.
Si tienes una deuda, incluso pequeña, te recomendamos que la pagues (aunque no irás a la cárcel nunca por ellas) si estás empezando a recibir estas llamadas. En el caso de que no la tengas o te llamen en nombre de un familiar, recuerda que tienes todas las de ganar. El acoso por teléfono es un castigo. Y, en España, únicamente los jueces pueden adoptar medidas para obligar al moroso a pagar. El problema llega en el vacío legal existente, único en la UE, al no regular a las empresas de recobro, por lo que estas llamadas están todavía extendidas sin que, de momento, existe en el horizonte más cercano una ley que impida este trabajo tan “sucio”.
Es más, estas empresas no pueden embargarte ni tampoco obligarte a pagar, a menos que exista una autorización judicial que sí lo permita, tal y como reconocen grandes expertos del asesoramiento legal en Madrid. Por lo tanto, toda amenaza caerá en saco roto.
La denuncia es la única salida
Lo primero que harás será bloquear los números de teléfono desde los que te llaman. Buena jugada, pero será en todo caso cortoplacista, ya que a los pocos días volverás a recibir llamadas desde diferentes números. Así, el único camino real y con grandes posibilidades de tener éxito es el de denunciar la situación, sobre todo, si han existido amenazas o coacciones, con la ayuda de un abogado especialista en la materia.
Únicamente tienes que recopilar todas las pruebas que tengas del acoso: grabaciones en las que se escuchen las amenazas o coacciones (recuerda que, antes de grabar, la otra parte debe conocer que la estás grabando), registro de llamadas, etc. Esto provocará, de inmediato, que las llamadas cesen y que puedas vivir, al fin tranquilo.
En todo momento estás protegido por el Código Penal. Los artículos del Código 169 y 172 recogen que el acoso es considerado como un delito muy grave. Además, recuerda que las entidades no deben proporcionar tus datos (queda recogido en el artículo 18.1 de la Constitución).
Si te llaman con un cobro de cuentas irreal, recuerda que tienes todas las de ganar. Denuncia cuanto antes: no dejes que nadie te amargue la vida por cantidades que no debes. Tienes todas las de ganar, ya que tampoco tu honor debe verse menospreciado. Ponte en manos de profesionales.
